La adolescencia es una etapa particularmente vulnerable debido a la gran cantidad de transformaciones biológicas, psicológicas y sociales que se experimentan.  Es por eso el duelo se vive con tanta intensidad.

 

Características específicas del adolescente en duelo:

  • El adolescente reaccionará ante la muerte de una persona significativa, de muchas formas. Sus sentimientos, pensamientos y comportamientos serán variables,  contradictorios e incluso impredecibles. Fluctuarán de acuerdo a su percepción de la pérdida, a lo largo del proceso de duelo.
  • El adolescente que se enfrenta a la muerte de un ser querido necesita de la comprensión de su familia, para sentirse seguro. Sólo así percibirá que su duelo es validado y que le está permitido expresar todos los sentimientos, pensamientos y emociones conforme los va experimentando.
  • El adolescente debe saber que su dolor y su duelo serán distintos al que viven otras personas y que por eso, no se debe comparar con la forma en que otros procesan el dolor y experimentan el duelo.
  • El adolescente está comenzando a desarrollar su independencia pero, ésta es aún frágil e incipiente; por lo tanto, puede sentirse vulnerable y temeroso ante la presencia de la muerte en su entorno y ante el dolor que desencadena el duelo.
  • El adolescente se encuentra en una etapa de la vida, en la que quiere vivir todo rápidamente y esta premura hace que se vuelva impaciente. Esto puede ocasionar que sienta, que el dolor desencadenado por la muerte de la persona significativa, es interminable y que su duelo toma más tiempo del esperado.
  • El adolescente tiene, generalmente, una mayor comunicación con sus coetáneos que con los miembros de su familia. Por lo tanto, es común que no quiera abrirse con respecto a sus sentimientos, más que con sus compañeros. Sin embargo, en ocasiones el sentirse diferente por estar experimentando un duelo, hace que lo oculte incluso de ellos. Esto puede provocar sentimientos de aislamiento e incomprensión.  


Es imprescindible explicarle al adolescente que, si en algún momento se siente incapaz de lidiar con la abrumadora realidad de la muerte, con el dolor que ella desencadena o con las consecuencias y repercusiones de ésta, en su vida, puede pedir ayuda. En estos casos, NOSOTROS, los podemos auxiliar; por medio de terapias, cursos, talleres, y orientación tanatológica para los adolescentes, y los demás miembros de la familia.